Elefantes, rafting, trekking… y sin maltrato animal en Tailandia

Elefantes

Teníamos claro que queríamos ver elefantes cuando viajáramos a Tailandia. También teníamos claro que, bajo ningún concepto, íbamos a ser parte ni a financiar el maltrato a ningún animal. Finalmente, acabamos disfrutando del mejor día del viaje con una empresa 100% responsable y a buen precio que nos incluyó experiencia con elefantes, rafting y trekking por la jungla en Chiang Mai.

Desde que pones un pie en Tailandia, te encuentras con cientos de empresas que te ofrecen diferentes actividades con elefantes combinándolas con actividades. Todas ellas te dicen que cuidan a los animales pero, si te ofrecen un paseo en elefante, te están mintiendo: les obligan a hacer sobre-esfuerzos para atender a todos los turistas y les pegan cuando los animales quieren descansar porque están agotados. Puede que veas fotos o al propio elefante y parezca que está sano… pero de verdad, es mentira, los maltratan.

Por ejemplo, en Ayutthaya vimos turistas paseando en elefante por los templos y, además de ir encadenados por el cuello, tenían claras heridas por todo el cuerpo… por no hablar de «los instrumentos» que utilizaban sus «cuidadores» para que continuaran andando. Sinceramente… es una auténtica barbaridad y si lo consumimos, aunque creamos que «por una vez no pasa nada», estamos siendo parte de esa barbarie y fomentándola.

Elegir la empresa adecuada

Antes de ir, nos habíamos intentado informar en diferentes blogs y foros y por lo general, ponía que el precio por una experiencia con elefantes de forma responsable era mucho más cara que en las que sí que había maltrato. Sin embargo, no fue así. Una chica tailandesa nos contó que debíamos reservar en una agencia de viajes y que, ante todo, tuviera en la puerta la pegatina amarilla de I (Información) que aseguraba que esa agencia, sólo trabajaba con proveedores que respetaran a los animales.

Encontramos a The Chiangmai T.U.M Travel y desde luego, no pudimos elegir mejor. La recomiendo a todo el que me pregunta siempre: cuidado de elefantes, rafting en balsa y bambú, comida, trekking por la selva y desplazamientos por unos 50€.

Bebé elefante

Un día para no olvidar con elefantes

Nos recogieron en nuestro hotel a primera hora de la mañana y, tras 45 minutos de viaje aproximadamente, llegamos a nuestro destino. Se trataba de una caseta de madera junto al río en plena selva donde los elefantes estaban libres… se podían ir si querían. Fuimos en un grupo de unas 20 personas en total de diferentes nacionalidades y, cuando llegamos, nos dieron una charla en inglés contándonos cómo habían llegado hasta allí los elefantes (eran rescatados) y cómo los cuidaban. También nos dieron unas normas de precaución y nos invitaron a darles de comer siguiendo unas pautas.

A continuación, preparamos una especie de medicamento con productos naturales siguiendo sus instrucciones y se la dimos a los elefantes. Para concluir, tuvimos la oportunidad de bañarlos en el río y limpiarlos con esponjas naturales… y esta experiencia fue: increíble. Se notaba que los animales estaban bien, jugaban, se tiraban y te inclinaban para que les rascaras. Soy sincera cuando digo que no pudo gustarme más esta experiencia (por si no se ha notado todavía, los elefantes son mi animal favorito 🙂 ).

El resto del día

Una vez acabamos con los elefantes, ahí mismo nos dieron de comer, algo así como un arroz muchas delicias que estaba muy bueno y, como no podía ser de otra forma en Tailandia: piña. Mientras tanto, los elefantes estaban a nuestro alrededor por lo que compartí mi piña con un bebé elefante de lo más adorable.

trekking por la selva

Después de la comida, nos llevaron en las furgonetas a la selva y comenzamos un trekking de unos 4 kilómetros por la jungla que mereció mucho la pena. Sentimos lo que era pasear por una naturaleza salvaje, viva y con unos colores muy intensos y, por nuestro camino, nos cruzamos incluso con una familia que vivía allí y tenía como mascota un monito. El trekking concluía en una cascada donde hacerse una foto era parada obligatoria.

Aunque era por la jungla y hacía un calor húmero muy propio de la zona, la difícultad del trekking era media tirando a baja por lo que yo fui con unas zapatillas muy normalitas (de Primark) que de hecho… tiré después de aquel día ya que se llenaron de barro y, por lo que costaron, no merecía la pena lavarlas. Os lo comento porque, a menos que queráis frotar después… guardaros las botas de monte o las zapatillas más caras para otra ocasión.

Aguas bravas

Para poner el broche final a un día que estaba superando todas nuestras expectativas, fuimos a hacer rafting. Recomiendo llevar escarpines porque en mi caso, tuve que hacerlo descalza y, aunque no hubo el menor problema, tuve que andar descalza por el barro hasta subir a la balsa, lo que no es muy cómodo.

El plan incluía también rafting en balsa de bambú pero el tiempo no acompañaba y las aguas estaban demasiado bravas. Sin embargo, disfrutamos mucho el rafting en balsa, fue de lo más emocionante y liberamos mucha adrenalina. Además, como si de Port Aventura se tratara, nos hicieron una foto a mitad de camino y, al final, nos invitaron a comprarla (por unos 3€ aproximadamente).

Rafting

Tras acabar esta actividad, nos pudimos cambiar allí de ropa y ya, nos trajeron de vuelta al hotel donde nos habían recogido. En definitiva, recomiendo 100% esta empresa por muchísimos motivos: hablan inglés y son muy majos todos; puntuales y con recogida en el hotel; además de los elefantes, disfrutamos de rafting y trekking lo que fue un valor añadido que no íbamos buscando y que nos encantó; y sobre todo, los elefantes: tanto las actividades que hicimos con ellos como disfrutar de ello viéndolos sanos y en buenas condiciones.

Para mí, fue el mejor día de nuestro viaje a Tailandia… algo que espero repetir alguna vez en mi vida.

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