Para ser realistas, esta no era la ruta que teníamos pensado hacer. Para ser honestos, nos perdimos alguna que otra vez. Sin embargo, ¡descubrimos un camino alternativo! La costa bizkaina tiene mucho que ofrecer, hoy os cuento el trekking de dificultad baja que hicimos recorriendo 15 kilómetros durante 3 horas y media frente a unas vistas que quitan el hipo.
- Tiempo | 3,5 horas
- Distancia | 15 kilómetros
- Dificultad | Baja
La idea inicial era hacer la ruta de 20 kilómetros del Kosta Trail, una marcha que se organiza cada verano en la zona y que tiene diferentes recorridos según los kilómetros que quieras hacer. Pero, como os comentaba, en algún momento de la ruta decidimos dejar a un lado el GPS y dejarnos llevar.
Comenzamos nuestro trekking en el Ayuntamiento de Sopela, donde aparcamos el coche y, nos dirigimos por la calle Mendieta hasta la salida del pueblo. Siguiendo esta calle y, dejando atrás la rotonda que nos separa de las casas, nos adentramos en el propio monte por un camino que compartimos con ciclistas y algún que otro mendizale (pocos para ser festivo y el buen día que hacía).
Seguimos avanzando por este camino y cruzándonos con casas de esas que te ponen los dientes largos con vistas a un mar, todavía algo lejano, pero que se intuye tan bonito como siempre. Alguna que otra subida y bajada rompen la monotonía de esta parte del camino que se presenta como la antesala de una obra maestra. Sin apenas darnos cuenta, llegamos a Plentzia donde nos esperaba su icónico puente y una foto de postal con todas las txalupas en la ría. De haber ido con tiempo de sobra, hubiera sido una buena ocasión para tomar algo en alguna de las terrazas que admiran esta bonita estampa; aunque todavía no es la mitad del camino sí creo que es un «punto de inflexión» en esta particular ruta.
Una vez finalizado el paseo llegamos al punto en el que creo, nos desviamos de la ruta prevista. Bordeamos una valla (algo podíamos haber imaginado) y accedimos a un camino mucho más estrecho donde íbamos esquivando algo así como «plumeros». Se trata de la Cortaderia selloana o también conocida como plumero de la Pampa por su forma y, por lo que he podido saber, son muy invasoras y nocivas para los ecosistemas autóctonos por lo que se está tratando de eliminarlas en la medida de lo posible.
En cualquier caso, «sobrevivimos» a este paso por esta particular jungla de plumeros y creímos estar en la ruta correcta al cruzarnos con varios caminantes en este tramo. Aunque, como viene siendo habitual: lo mejor siempre estaba por venir. En cuestión de unos pasos, estábamos en lo alto de los precipicios que esconden la playa de Muriola en Barrika, famosa por ser escenario de Juego de Tronos en la séptima temporada… y cualidades, no le faltan.
Creíamos que esa playa secreta era lo más increíble que divisaríamos en esta ruta cuando, de repente, llegamos a un prado frente a Gorliz desde donde se podía ver su faro, sus acantilados y su inmensa playa. Esta vez no, pero apuesto a que ver atardecer aquí en buena compañía debe de quedarse grabado para siempre en la retina.
Podemos decir que, a partir de este punto, comenzamos ya la vuelta de nuestra ruta, aunque en esta ocasión por el camino de la costa. Serpenteamos entre pequeños caminos, senderos para caminantes e incluso por la maleza, con tal de andar lo más cerca posible del mar. Una vez llegados a Barinatxe, o más bien, La Salvaje, subimos la última cuesta que nos separaba de nuestro coche en Sopela, 3 horas y media después de haber comenzado la marcha.
Muchas veces, cogemos aviones y recorremos kilómetros en busca de lugares con encanto sin darnos cuenta de la enorme suerte que tenemos al poder disfrutar de los más increíbles tan cerca. Sin lugar a dudas, recomiendo esta ruta: y si te pierdes ¡mejor! Los mejores sitios, no siempre están ni en los mapas, ni en los blogs 😉
Me vais a perdonar el poco texto y la gran cantidad de fotos, pero hay veces en las que una imagen vale más de mil palabras y en esta ocasión, el lugar lo merece. Os dejo a continuación el mapa con la ruta improvisada con la que nos sorprendió el día:
Periodista especializada en Marketing Digital y Big Data y nómada empedernida por naturaleza: YSIFLY es el lugar en el que hablo sobre mis ganas de no quedarme con las ganas de nada
cuidadito por la zona de barrika en la zona próxima a los chalets que están edificados a menos de cien metros de la costa infringiendo la ley de costa por que atacan perros a la gente que va a hacer trekking y el dueño del los perros que atacan que los lleva sueltos y lleva 12 va conel:»no enrredes cabrón» hay gentuza por allí al neomedievalismo y no es un actor de juego de tronos
Guau! Habrá que tener cuidado sí