Escapada a Formigal, mucho más que esquí y snow

Portada Formigal

Llevábamos un tiempo hablando sobre nuestras ganas de ir a practicar esquí y snow respectivamente y, aunque el puente de San José no parecía ser el más oportuno, este plan repentino acabó por ser la guinda del pastel a una escapada simplemente perfecta. Y es que, al fin y al cabo, las mejores cosas llegan cuando menos te las esperas.

Las fallas de Valencia no podían coincidir mejor con un puente de dos días ideal para disfrutarlas al completo: cuatro días intensos de pólvora, arte y mucha música. Sin embargo, estamos los que no nos conformamos y a los que nos pueden las ganas, por lo que decidimos que un puente tan grande, podía acoger perfectamente dos planes aparentemente incompatibles. O no.

De las fallas hablaré en otro post, hoy lo que me ocupa es nuestro viaje que va desde el fuego hasta el hielo de Invernalia, Frozen y su let it go!

En un primer momento, pensamos en ir a Javalambre o Valdelinares, dos estaciones de esquí con menos de 30km de pistas esquiables pero relativamente cerca de Valencia y de paso entre la terreta y Bilbao. Sin embargo, decidimos que si lo hacíamos, lo haríamos a lo grande, así que Formigal, en Pirineos, era la respuesta a nuestras preguntas.

Nuestra base de operaciones

Curioseamos alojamiento por diferentes pueblos cercanos a la estación y, finalmente, optamos por sentar nuestra base de operaciones en Jaca: la oferta, en todos los sentidos, era mayor (precios de los hoteles, bares para tomar algo, restaurantes, alquiler de materiales, distancia a la estación…).

Reservamos el mismo día que llegábamos y, en plena temporada alta, conseguimos un hotel por 20€ la noche por persona con desayuno incluido (¡y muy delicioso!): se trata del Hotel La Paz , está en plena calle Mayor y lo recomiendo sin ningún ápice de duda.

Lo que sí es importante tener en cuenta si os vais a alojar en Jaca, es el tema de los horarios para las comidas y cenas: nos costó encontrar dónde cenar pasadas las 22:30 de la noche un domingo o dónde comer o tomar algo una vez habían cerrado las pistas. Esto nos llamó bastante la atención; al fin y al cabo, es una localidad muy ligada a Formigal y llena de visitantes con los mismos horarios acordes a la estación (= business)… Pero bueno, cero estrés: siempre habrá un plan B o, en este caso M, en forma de McDonalds y Mercadona.

Una de las ventajas de no alojarse cerca de la propia estación, es que es más fácil encontrar material mucho más económico. En nuestro caso, el lugar escogido fue Hiperski Jaca con equipo completo para dos días. ¡Ojo! El material de esquí no puede llevarse en el coche, sino que ha de ir en la baca o de lo contrario, la Guardia Civil podría multarnos por ello. También tengo que decir que es un riesgo que nosotros «presuntamente» asumimos 😀 y que por suerte, ¡libramos!

Preparados, listos…

Entre Jaca y Formigal nos separan unos 45 minutos en coche con algún que otro mirador, que bien merece la pena parar y disfrutar: por momentos, ¡parece que estás en el mismo Alaska! Mi recomendación, es aprovechar la vuelta para ello y exprimir la jornada en el forfait desde bien tempranito: abren a las 9:00.

Antes de llegar a la estación, es importante saber que Formigal se divide en 4 zonas conectadas entre ellas. Os dejo aquí el mapa:

  • Zona Sextas: es la zona principal e ideal para todo tipo de esquiadores, sobre todo para los torpes y principiantes como yo 🙂
    Hay un par de telesillas, uno para las pistas azules y otro de 8 que nos lleva hasta Cantal, más arriba. En esta zona, está la archiconocida Marchica, por qué no decirlo, conocida por sus fiestas y el postureo que se respira en cada rincón.
  • Zona Sarrios: está a 1.800m de altura y podemos llegar en coche hasta el parking de su puerta. Desde aquí, cogeremos el telesilla para ir a Cantal, Izas o Anayet.
  • Zona Anayet: es la zona más familiar de las cuatro y aquí se encuentra el jardín de nieve para los txikis y alguna que otra pista para debutantes.
  • Zona Portalet: es la más nueva de la estación de Formigal y cuenta con pistas de todo tipo y niveles. Así pues, es la más cercana a Francia y el parking suele estar menos concurrido, por lo que también es una muy buena opción. De hecho, desde aquí se puede subir en el telesilla de Espelunciecha a la ski-ratrack y, de ahí, a una zona muy poco transitada donde la bajada es casi en solitario.

Nosotros estuvimos dos días y, aunque empezamos en Sextas, llegamos a Sarrios a través de Cantal. Fuimos en lunes y martes y, pese a ser festivo, no creo que hubiera mucha gente: en ningún momento esperamos colas ni tuvimos que andar esquivando a nadie.

El punto negativo que le doy a Formigal, tiene más que ver con el clima que con la propia estación: el lunes había «poca nieve» y eché de menos en algún momento ver todo un manto blanco. Mientras tanto, me lamentaba por ver cómo nos estamos cargando el planeta entre todos y el calor que hacía para ser marzo. Por suerte, el lunes por la noche nevó, y la estampa del martes me hizo recuperar, por momentos, la fe en la humanidad y olvidarme del cambio climático.

Sin embargo, creo que la fama de esta estación, le hace justicia por completo. Soy totalmente principiante en esto del snow y sólo he estado en La Mongie y en La Covatilla, pero tengo el suficiente criterio para poder apreciar los 180km esquiables que componen el binomio Formigal-Panticosa. En total, esta estación de altura mínima a 1.145 metros y máxima a 2.250 metros, la componen 12 pistas verdes, 35 pistas azules, 51 pistas rojas y 43 negras (un número algo superior al de Baqueira Beret).

Como dato práctico, el forfait de adulto cuesta 45€ por día y no hay descuento por la compra de dos días seguidos, pero sí con carné joven, se quedan en 37€). Para obtener descuentos, habría que sacarse la tarjeta reutilizable de Grupo Aramón donde obtener hasta un 10% de descuento reservando online (cuesta 5€ la tarjeta). Las pistas están abiertas de 9:00 a 17:00, pero los telesillas cierran a las 16:00.

De deportes de invierno va la cosa

Después de hacer snow o esquí, una opción es descansar tras un baño relajante. Puede que también, merendar algo delicioso para reponer fuerzas como un gofre con mucho chocolate. E incluso, para los más animados, la mejor opción es irse de cañas y acabar jugando un futbolín con desconocidos o terminar por cerrar los bares.

En nuestro caso, además de todo eso, decidimos que todavía nos quedaban energías y que agotar nuestras pilas por completo era la mejor opción: resetear y volver a empezar de cero al día siguiente. Por eso, cuando vimos que en Jaca había una pista de patinaje sobre hielo, no nos pudimos resistir.

Está en un pabellón junto a Jaca y, por 8€ puedes alquilar los patines y patinar cuantas vueltas quieras. (Para mi satisfacción y la de mi compañía, se me da bastante mejor que el snow! 🙂 )

Hoy es el día que no puedo ni con mis pestañas, y que noto cómo forzar la máquina, tiene sus consecuencias en forma de agujetas y cansancio. Sin embargo, creo que de momento, no hay agujetas suficientes para que prefiera un te imaginas a un te acuerdas, para que responda que no a ese ¿y si? o para que elija cualquier otra opción que supervivir.

 

Ha sido un puente agotador, pero lo repetiría mañana mismo: ¡con tranquilidad!

 

Si te pasa algo en la otra parte del mundo, ¡al menos que tengas la seguridad de que todo va a salir bien!
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