Escapada a Marina D’Or: desmitificando la Ciudad de Vacaciones

MarinaDor

Los prejuicios están para romperlos y eso es lo que hicimos este puente en Marina D’Or, Ciudad de vacaciones… un lugar que, contra todo pronóstico, nos sorprendió gratamente.

Los padres de un amigo, tienen un piso en Marina D’Or así que, ante la falta de planes para este puente, decidimos hacer una escapadita económica a la Ciudad de vacaciones para desconectar y disfrutar de la playa. Siendo honestos, teníamos las expectativas muy bajas respecto a lo que el lugar nos iba a ofrecer. Nuestra idea de esta escapada, se reducía a pasar cuatro días con amigos en un apartamento en la playa, pero la idea preconcebida que teníamos de Marina D’Or era, por decirlo de alguna manera, «bastante viejuna».

Hasta hace apenas unos días, si me preguntaban qué pensaba de Marina D’Or hubiera dicho que era algo así como un resort muy enfocado a familias en Castellón y, que en su día tuvo su boom, pero que a día de hoy va poca gente.

¿De dónde viene esta opinión?

Puede que de los anuncios de televisión que durante muchos años llenaban la parrilla televisiva con un ¡qué guay! influyera. Tal vez el logo noventero que no ha evolucionado desde su creación… Recuerdo también cuando era pequeña, ir con mis padres a charlas de los promotores donde te vendían la moto (aunque en realidad quisieran venderte un apartamento) y, sólo por «soportarla» te regalaban una cafetera o un televisor (aquella España que se lo podía permitir).

Vistas desde el apartamento de MarinaDor

El caso es que por H o por B, la opinión que tenía de Marina D’Or era la que os cuento, y por supuesto, hablaba sin conocimiento de causa. A estos prejuicios, no le ayudaban en absoluto los comentarios que encontré buscando opiniones o la ausencia de post en blogs (que no fueran familiares). Así que nos plantamos en Marina D’Or con una mochila cargada de prejuicios y con pocas ideas que tuvieran algún tipo de fundamento.

Rompiendo mitos sobre Marina D’Or

  1. Lo primero con lo que nos topamos es con una Ciudad de Vacaciones «de verdad». Es decir, pensábamos que se trataba de un resort con algún que otro hotel y poco más. Sin embargo, además de los hoteles, estábamos ante un lugar en Oropesa repleto de urbanizaciones, bares, restaurantes, tiendas, jardines… pero que todo formaba parte de «un ente». Comentamos que parecía en cierta forma, «el show de Truman»: aunque había establecimientos que te puedes encontrar en cualquier otra ciudad, todo tiene algo en común; la decoración, los parques, la forma de las piscinas… Eso sí, la única marca que existe es Marina D’Or. Es decir, entre todos los establecimientos que allí había, la única marca conocida que se ha ganado su hueco es Mercadona; no hay cabida para McDonalds o Zaras.

2. Dentro del ideal de «viejuno» que teníamos, la segunda sorpresa fue cuando llegamos al piso de nuestro amigo: un moderno apartamento de dos habitaciones con vistas al mar y perfectamente equipado. Lo primero que hicimos fue preguntarle cuándo lo habían reformado, y nuestra sorpresa fue cuando nos dijo que todos los apartamentos venían así de equipados y amueblados desde el momento en el que te dan la llave (y desde luego, no tiene el estilo de los 90).

3. «No hay nada que hacer». Esta es la frase que más leí en los comentarios que ojeé antes de viajar allí y es una opinión que, ahora mismo, no alcanzo a comprender. Me explico, además de las tiendas, restaurantes, heladerías y demás que ya he comentado y, por supuesto, la playa y piscina, Marina D’Or tiene una oferta de ocio pensada para el público que va. Por ejemplo, tiene su propio «parque de atracciones» (los precios van o por el parque completo, o por atracción -5€) que no es PortAventura, pero tiene montaña rusa, atracciones de agua, tirolinas, saltamontes… Además, tiene un pequeño parque acuático, un salón con su jardín encantado… Por no hablar del trenecito que pasea por la ciudad durante toda la tarde-noche y el espectáculo que hay todos los días en el centro, donde pagas tu consumición y puedes disfrutar de artistas en directo, acrobacias, karaoke…

A lo que voy es que vale, el parque de atracciones no es Portaventura y el parque acuático no es Siam Park pero, a los que dicen que no hay nada que hacer les pregunto ¿qué tienen Salou, Benidorm o Benalmadena? De hecho, diría que lo que tienen es más hoteles, más apartamentos, más gente, más bares, restaurantes o tiendas… es decir, más cantidad de todo, pero menos variedad en proporción a la gente que está allí.

Vistas desde el apartamento de MarinaDor 2

4. Otro de los comentarios que habíamos leído en reiteradas ocasiones es que no tiene nada que ver y, repito mis palabras del párrafo anterior: puede que Salou no tenga nada que ver pero Barcelona y Tarragona por ejemplo están cerca. En este caso, Valencia está a una hora, además de Vall D’Uixó, Castellón y otros lugares que se pueden visitar.

5. Es un lugar familiar: sí, desde luego. Marina D’Or está completamente enfocado a familias y de ahí, la oferta de ocio que ofrece a este público. Sin embargo, en mi humilde opinión, esto no exime que otro tipo de público pueda disfrutar de la Ciudad de vacaciones siempre y cuando busque playa, piscina, «algo que ver», «sitios para cenar por ahí» o «bares para tomar algo». Lo que quiero decir es que no es un parque infantil donde vas esquivando niños ni animadores… creo que, aunque está enfocado a familias, cualquier persona que busque lo que he mencionado, podría disfrutar de unos días de descanso.

6. En Marina D’Or no hay fiesta. Coincido en que no es Ibiza ni Magaluf y que, si quien lee este post, busca un destino 100% de fiesta y playa, esta no es su opción de vacaciones idónea. Sin embargo, nosotros íbamos con la idea de pasar cuatro días de relax (ante la falta de planes) y nos encontramos con que también había una alternativa de ocio nocturna. Aparte de los bares que mencionaba donde es posible tomar una copa, Marina D’Or cuenta con tres discotecas que, al menos este fin de semana, estaban llenas hasta la bandera. La entrada cuesta 7€ e incluye una copa y la música que hay es variada. 

Al fin y al cabo, todos los hijos de aquellos padres que compraron el apartamento cuando se lo ofrecieron a los míos o a los de mi amigo… han crecido, han hecho sus grupos de amigos de veraneo y también quieren seguir disfrutando de la zona y salir de fiesta.

Tren de Marina D'Or

7. En Marina D’Or no hay gente, el boom ya ha bajado: pues menos mal. Puede que durante el año, no haya tanta gente… pero os aseguro que en pleno julio, son muchos los que optan por viajar a la Ciudad de vacaciones para pasar unos días.

En definitiva, no pretendo dar la impresión de que Marina D’OR es el mejor lugar de vacaciones ni mucho menos, pero sí que creo conveniente desmitificar, en la medida de lo posible, aquellos prejuicios que tenemos formados sin fundamento alguno.

Como todo, para gustos colores (y qué bien que así sea) pero, creo que a veces caemos demasiado en el error de hablar sin saber (yo la primera) y prejuzgar sin dar la oportunidad a que algo o alguien, nos sorprenda. A veces, simplemente hay que dejarse llevar y permitirle a la vida nos muestre su cara bonita 🙂

 

 

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